El crudo invierno ha llegado para Cyclotherapy. Salimos de Wadi Musa bajo un aguacero, nieve, frío y lo que es peor, un fortísimo viento que agudiza la sensación de hipotermia y nos obliga a hacer malabarismos para no besar el suelo. Rodamos a 0º de temperatura y hasta se agradecen las subidas para entrar en calor. A la noche oímos que han cortado la carretera principal por la que hemos circulado previamente. Pero si la climatología adversa no fuera suficiente para ponernos a prueba, dos nuevos enemigos han aparecido en escena: los críos lanzapiedras y lo que es peor, los perros.
Ya tenemos una razon mas para llegar a China. Comeremos perro hasta reventar...
Aprovechamos los unicos rayos de sol del dia...
Llegamos a Karak, la ciudad famosa por su castillo cruzado. Están asustados por el vendaval. Incluso Karak entero se ha quedado sin luz por las fuertes rachas de viento. Mientras tanto, en un café de la ciudad, alejado de todo, el Bentiskas sonríe maliciosamente…por no llorar, claro.
La King’s Way no nos motiva y decidimos buscar el calor y la tranquilidad de las cotas más bajas del mundo. Decidimos bajar al Mar Muerto.
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