1. AQABA

Comprobamos en persona que la mala fama del ferry que parte desde Nuweiba es totalmente merecida. Once horas nos costó llegar a Aqaba para un trayecto de poco más de sesenta minutos. El resto del tiempo lo emplean las autoridades jordanas en tratar como animales a los trabajadores egipcios que cogen el barco y en pasearse por el ferry. Trabajan 2 y están 20.

Una vez en Aqaba, Aitor se recupera completamente de los problemas intestinales que venía arrastrando del Sinaí.

Esta ciudad es una zona especial económica (libre de impuestos), lo cual hace que algunas calles parezcan el duty free de un aeropuerto. Nos sorprende la cantidad de coches de lujo y que algunos incluso paran en los pasos de cebra ante los peatones.

Grandes cargueros llegan al puerto con mercancías para todo Oriente Medio. Al otro lado de la bahía se encuentra la población judía de Eilat, que hace la competencia a Aqaba como destino turístico en la zona.

Este puerto es la única salida al mar del país, y destino vacacional de muchos jordan@s, que aunque ahora el tiempo no es el mejor, se relajan en sus playas.

Nos sorprende gratamente encontrar mercados bien surtidos para ampliar un poco la dieta.


Al caer la tarde, la mejor opción es ir a un café y dejar pasar el tiempo observando a la gente y las timbas a las cartas.